Redacción: Mirella Calderón.

Cuando Pablo Ataucusi Romero tenía 18 años, aun soñaba con ser el mejor medico del Perú pero por cosas de la vida le propusieron hacerse cargo de uno de los salones de la academia donde se preparaba para la universidad. A partir de ese día, nunca dejó la docencia.

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Luego de aprobar todos los cursos en este instituto pedagógico donde este estudia en su natal y región de nacimiento, Abancay,  Pablo fue uno de los profesores seleccionados para enseñar en la Escuela Rural Virgen del Carmen, del caserío de Saywite, ubicado exactamente en el distrito de Apurimac de Carahuasi. Durante sus primeras clases, Pablo se pudo dar cuenta que a sus estudiantes se les hacia muy pesado y difícil aprender a multiplicar, pues se dio cuenta que ellos no tenían como aplicar esta operación matemática en su vida cotidiana, ya que la de ellos es el campo. 

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"Había en ese tiempo una OLPC (computadoras básicas, compradas en el año 2004) que nadie utilizaba porque no tenían el acceso a Internet. Así que con la ayuda de un software libre empece y puse en marcha un diseño que era una especie de juego que los iba a ayudar a tener una aplicación practica y diaria para la multiplicación. 7

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Este gran maestro de Apurímac aplicó durante todo el año que estuvo destacado en Saywite diferentes programas y luego para que sus alumnos entiendas lo que era multiplicar, fraccionar, conjugar, las ecuaciones y un poco de educación cívica también. Así pues nació, " EDUCA APURÍMAC " , aquella plataforma que sin necesidad de Internet le puede facilitar a los estudiantes de diferentes años su aprendizaje matemático y lector. 

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“A mí me gustan mucho las computadoras porque uno siente que el mundo está dentro de ellas. Yo mejoré mis conocimientos de programación gracias a unos cursos en línea que ofrecían instituciones españolas”, cuenta Pablo mientras observa que, gracias a uno de los juegos de su plataforma, el pequeño Misiel, de 10 años, se esfuerza para recordar cuánto es un tercio de seis y así no perder los globos que su personaje computarizado ganó a punta de sumar y restar fracciones.

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