Jorge Llosa: "El Boys es mi segunda madre"
Ex barrista y dirigente lleva toda una vida alentando al cuadro chalaco

Jorge Llosa Zubiate en plena entrevista con LaPepa.Com

Jorge Llosa Zubiate en plena entrevista con LaPepa.Com
Redacción y Fotografías: Alberto Mauricio Chávez.
Una morada con mucha historia para contar y mucho sentimiento para envidiar. Ubicada entre las calles Pedro Ruiz Gallo y Boulevard, una casa con más de 100 años de antigüedad albergan en su interior una pasión incalculable en forma de hombre, Jorge Llosa Zubiate de 74 años, es chalaco de nacimiento e hincha número uno del Sport Boys del Callao.
Sus padres, don Manuel Llosa y doña Livia Zubiate le inculcaron desde su niñez el amor por la rosada, sin embargo fue a los 20 años cuando empezó a forjar toda una vida ligada al cuadro porteño, junto a sus hermanos Manuel y Jesús y un grupo de amigos, fundó la primera barra del club, llamada ‘Vamos Boys’.
Sin embargo, aquella aventura de juventud no fue su única contribución a la ‘Furia Rosada’, pues en el año 1984, con el apoyo de ‘Nana’ Mendoza, tomó la presidencia de las divisiones menores del equipo y se mantuvo en el cargo por seis años. Llosa, manifiesta que durante su gestión logró que los chalacos sean invitados a diversas competiciones debido a su tradición como la Copa de la Amistad, además de sacar campeón a varias categorías.
Pero el no es el único miembro de su familia que se desvive por la ‘Misilera’, sus 6 hijos son socios del club desde apenas horas de nacidos pero uno de ellos decidió continuar el legado de su padre, pero ya no desde la directiva, sino acompañando al equipo jornada a jornada.
Miguel, su hijo, encarna ya hace más de 15 años a la siempre querida y carismática Pantera Rosa, mascota oficial del Boys, pero antes de convertirse en un símbolo de la cultura rosada, intentó sin mucho éxito ser futbolista profesional, sin embargo, según su padre tenía un remate portentoso con la pierna zurda, lo que le valió que su entrenador, Walter Daga, le colocara el sobrenombre de la ‘Misilera’.
Pero el Sport Boys no es la única pasión de Jorge Llosa, con aquella carraspera característica al hablar, y con el buen estado físico que mantiene a pesar de los años transcurridos, hablan por sí solos. Jorge Hugo se dirige a su dormitorio por unos breves instantes y regresa con dos míticos objetos entre sus manos, una máscara y una chaqueta. El patriarca Llosa nos cuenta que durante 40 años interpretó dentro de un cuadrilátero a la temible “Araña Negra”.
Inicio su carrera luchando en el coliseo Luna Park, pasando por la empresa de Max Aguirre, quien lo enviaba a provincias a probar suerte, pero fue en el año 1974 cuando logró el éxito internacional, consagrándose como campeón sudamericano en Santa Cruz, Bolivia.
Sin embargo toda esa rudeza e intimidante actitud cambia radicalmente cuando se le pregunta que significa el Sport Boys del Callao en su vida. Su semblante serio se forma en uno tierno y nervioso, las palabras de amor empiezan a florecer: “El Sport Boys es mi segunda madre, mi segundo hogar, el día que cierre mis ojos, quisiera que mis restos lo lleven al Boys”, sentencia mientras sus ojos son invadidos por las lágrimas.
Nos vamos del primer puerto y dejamos la casa Llosa con la fe intacta; aún quedan grandes hinchas en el fútbol peruano, y con más personas como el, la pasión y locura por el cuadro chalaco no se extinguirá sino que seguirá vigente de generación en generación.