Rímac: Tradición y desorden al 2x1
Tradicional distrito no explota su potencial debido a malas gestiones municipales




Redacción y Fotografías: Alberto Mauricio Chávez.
El Rímac qué duda cabe es un distrito de antaño por excelencia, denominado como el principal suburbio de la colonia española en la capital peruana y que está a solo dos años de su centenario desde su creación como distrito bajo el mandato de Augusto B. Leguía y siendo designado como su primer burgomaestre a Juan Bautista Nicolini Bollentini, alberga hoy según información brindada en por el Instituto Nacional de Estadística e informática a casi 175 mil personas en su interior.
Pero esta ya casi diez décadas de existencia distrital se ven marcadas como un sinfín de sube y bajas para esta tradicional comuna limeña, y es que temas como la inseguridad ciudadana, el deterioro de viviendas históricas y el poco desarrollo del turismo hacen que el Rímac no se desarrolle como es debido, y es porque LaPepa.com hizo un recorrido por sus calles y atractivos turísticos para conocer qué es lo que deja el saliente alcalde, Enrique ‘Kike’ Peramas.
Enrumbamos la comuna bajopontina y nos dirigimos a uno de los atractivos turísticos de mayor antigüedad, la Alameda de los Descalzos, llamada antiguamente alameda Grande pero debido a la religiosidad de los vecinos, al ver que los sacerdotes daban sus predicas descalzos, decidieron nombrarla así. Fue construida en el año 1611 por el virrey Juan de Mendoza y Luna, reconstruida más de 100 años después por uno de sus sucesores, Manuel Amat y Juniet y restaurada entre los años 2014 y 2016 por el actual alcalde.
La estructura, rodeada de estatuas y flores la hacen agradable a la vista, sin embargo, la nula presencia de efectivos de seguridad la hacen un punto vulnerable a la presencia de delincuentes y consumidores de drogas. Otro punto en contra es la no presencia de comercio ambulatorio, lo que hará que el paso de los turistas sea efímero o para una mera fotografía.
Una de las mayores problemáticas que atraviesa el distrito es la delincuencia, pues según estadísticas arrojadas por asociación Casa Nuestra en el año 2014, el Rímac fue considerado como el distrito más peligroso de la ciudad con un 56% de votos, mientras que la misma organización en el año 2012 la nombro como el de mayor percepción de inseguridad con casi 85% poniéndose por delante de distritos como San Juan de Miraflores y La Victoria.
Según datos entregados por la Municipalidad del Rímac, al año 2017 se registraron 465 reportes de robos agraviados y simples, así como 166 hurtos, mientras que completan el podio con faltas contra el patrimonio (150), violencia familiar (100) y micro comercialización de drogas (71), lo cual indica el porqué de los señalamientos de Casa Nuestra.
Otros de los puntos más visitados por los turistas son el Paseo de Aguas, que también fue refaccionada en la segunda gestión de Peramas, pero que hoy no muestra las diversas piletas que eran un atractivo, pues no se ve mantenimiento alguno, además de la no presencia de efectivos policiales, ni de serenazgo que dicho sea de paso es el tercer distrito con el mayor índice de insatisfacción con su vigilancia municipal.
A pocos metros de este mencionado paseo se encuentra la Plaza de toros de Acho, que al igual que el distrito que lo alberga ha sido denominado como Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO tiene capacidad para 13 mil espectadores y es una de las costumbres más arraigadas que dejo la colonia española en nuestro país.
Lastimosamente estos puntos históricos son de los pocos en la comuna por los cuales existe algo de preocupación por el ornato público, pues LaPepa.com pudo observar como en diversos puntos como Francisco Pizarro, Caquetá, Totorita, entre otros, la recolección de basura no se da pues como es costumbre en estas épocas de cambios de mandato, se descubre que se les adeuda a los trabajadores y estos en reclamo, deciden no trabajar como manera de protesta.
El punto más crítico en el distrito bajopontino se encuentra en la comunidad de Mariscal Castilla donde la falta de un correcto acopio de residuos y falta de aspaltos de pistas hacen que este asentamiento humano luzca desmejorado y sea un lugar de poca trascendencia turística en el distrito.
Así es como acaba esta visita al Rímac, en el cual se espera y respira un aire de cambio tras la elección de Pedro Rosario como nuevo alcalde rímense, al cual se le entrega una papa caliente, donde muchas incógnitas y quejas aun no son resueltas y que los 88 mil mujeres bajopontinas buscan ser incluidas en esta nueva gestión municipal.